Gracias  a Alain Vigneau y a las personas que organizaron esta presentación.  Fue un placer estar allí,  escucharle y poder viajar con sus palabras hacia la profundidad del ser de una forma tan ligera ¡!

GRACIAS por recordarnos  que todos los seres humanos tenemos mucho mas que nos une que nos separa. Podemos construir un mundo más bello,  atreviéndonos a mirar hacia adentro , liberar y sanar lo que tengamos que sanar para luego celebrarnos . ..aprender a reírnos con nosotras mismas... desde un espacio más auténtico y completo . Mirar  nuestra  mascara y empezar a atrevernos a descubrir quién realmente somos en esta tragicomedia

Acoger a nuestr@s niñ@s heridos y recobrar la dignidad que tenemos por el hecho de existir. . Reconocer nuestras heridas y dejar de mirar para otro lado, y recuperar nuestra dignidad, todo nuestro potencial creativo está ahí esperándonos.

Es el tiempo, ya es la hora. El entusiasmo  de ver la vida con los ojos de la inocencia!! El arte como expresión del alma para crear un colectivo mas amoroso. Cuando empiezas a ser mas amorosa contigo, el mundo también lo es contigo...pero antes hay que atreverse a mirar nuestras heridas y darles el espacio que necesitan para ser sanadas.  Alain Vigneau,  un soplo de inspiración divina. Gracias  por tu trayectoria, tu trabajo y  por visión.
Cristina Clavo Revilla (Heyoca Clown)

Me he encontrado con “El Camino del Clown” en un momento de confusión, cambio, desafío, exploración, crecimiento, compasión … en mi vida, donde me encuentro realizando este camino de sanación lejos de familia y amigos. Quiero agradecerte el compartir tu sabiduría que llega al corazón, y siento que tus palabras me abrazan, me emocionan y me dan soporte y comprensión. No me es fácil resumir las emociones y pensamientos/verdades que este libro ha despertado en mí, pero allá vamos…

Es difícil vivir con la armadura puesta, porque es muy pesada y no deja lugar al juego, la alegría, el espacio, la comprensión, el descanso… Pero también es difícil quitársela, por miedo a fracasar, al juicio (en gran parte a nosotros mismos),… y requiere tiempo de escucha, comprensión y mucha compasión. Y en ese camino que hace poco he empezado a transitar, tu libro me acompaña como guía y como consuelo, puedo descansar en tus palabras cuando me siento cansada y decirme, “está bien, eres suficiente”. En vez de ignorar las vivencias pasadas, emociones y sentimientos contradictorios como “disruptivos” de la vida funcional y productiva adulta, es una invitación a integrarlos para construir y compartir algo mejor. Y centrar el foco de atención en vivir la vida con presencia y alegría, poniendo más corazón y menos razón.

He descubierto que en los momentos más difíciles de mi vida me ha guiado mi heroína interior, la cual ha intentado hacerlo lo mejor posible y salvar a los demás antes que a sí misma. Pero este libro me abre la puerta a la compasión, a agradecer la valentía de esa niña interior que no se dejó desanimar por las dificultades del camino. Y a volver a ponerme en el centro. Porque duele mucho cuando el entusiasmo sagrado, la alegría, la vulnerabilidad y la fe en algo mejor son rechazados por soñadores, por optimistas sin sustento alguno, por infantiles, … y ahí es cuando decides que esa parte de ti debe morir. Aunque es bella, es pura y sea lo mejor de uno mismo. Y merezca la pena hacerle sitio en mi vida otra vez, vivir en sintonía y coherencia con lo que más profundamente somos. 

En tiempos de cambio e incertidumbre, especialmente lejos de casa, gracias de corazón por acompañarme en el camino … y por traerme de vuelta a mi niña interior. 

Caminante no hay camino, se hace camino al andar,

 

A.A, Dinamarca 2024


Querido Alain,

He pensado mucho por dónde empezar este correo y creo que al final prima la gratitud inmensa de haberte leído. Leerte me ha reconciliado con el trabajo realizado en tus talleres, he podido comprender y entender qué me pasaba, por qué no había conseguido entrar en lo más profundo de mi alma durante los tres talleres que tuve la suerte de realizar bajo tu batuta de artista y sanador de almas rotas y corazones heridos, de terapeuta manirroto que con tu intuición y sabiduría ancestral conectabas con el momento de lo que pasaba en aquellas salas donde compartimos risas, lloros, locura y autenticidad. (…)

Gratitud de un orgulloso que no quería adentrarse en las sombras de su alma, porque como buen cobarde y miedica a lo más profundo de sí mismo, a ser visto en su autenticidad más deslumbrante y humana, rehuía el encuentro consigo mismo en fachadas de otros miedos o heridas superficiales, que cubrían el dolor más profundo, la herida del niño, porque adentrarse significa confiar en uno mismo y en las manos del grupo y de ti, y la verdad, ahí no me permití entrar. Entrar suponía mucho dolor, mucho miedo, mucha rabia y enfado, suponía abrir la caja de pandora y verme; y verme era tan doloroso que creí que no podría sostenerlo, que no podrías sostenerme, que nadie podría sostenerlo y acabaría destruyendo todo, rompiendo el mundo, aniquilando la sala, destrozándome y asaltando todos los miedos a ser rechazado y abandonado por ser como soy realmente. Pero también, y lo admito, a que los demás me tenían que ver lo que hay en mí, falsa ilusión, a descubrirme, a ser reconocido, a que vosotros fuerais los que os acercáis a mí. ¡Qué juego pernicioso! ¿Querer ser visto sin mostrarme, porque me daba miedo ser yo! En fin, leerte, adentrarme en el camino del clown, leer las vivencias de los que hemos pasado por tus manos de artesano, entender que otros como yo formamos un camino común, que somos simplemente humanos, pero hermosamente maravillosos, que aunque hayamos pasado las heridas más profundas, nos hayan mutilado, humillado, aniquilado y acribillado con todo la maldad de lo que podemos hacernos, somos sobrevivientes y resilientes, ya que eso nos ayuda a ver la vida con amor, con ternura, con tristeza y, especialmente, con alegría, que es lo que tú nos das cada día que compartes tu don, que ver a los otros aprendices de clown llorar, reír, emocionarse me reconcilia con la Vida y contigo.

Gracias de corazón mi querido Alain, deseando de corazón que el tiempo compartido haya podido dejar un pequeño poso en ti dentro del inmenso recipiente de posos vividos con tantos y tantos de nosotros y nosotras.

¡Qué el Entusiasmo Sagrado siga marcando tu camino y sea un farol para los que andamos a oscuras o en penumbra!

Un abrazo de corazón de aprendiz histriónico y rematadamente orgulloso de ser patético.

Carlos C. S. Madrid, España, Julio 2024.


Querido Alain,

Termino ahora de leer tu tercer libro “ El Camino del Clown, la Vía del Entusiasmo Sagrado”, que me ha encantado. Quiero compartirte que, efectivamente,  encontré en él ímpetu e inspiración para seguir mis sueños y, al mismo tiempo, una dulce certeza  de que, desde que conocí el clown esencial, elijo a mi corazón primero, y a modo sorpresa, descubro que de alguna forma, he podido escuchar a mi pequeña heroína siempre. La cuestión es que no fue hasta que llegué al clown, que me decidí a seguirla y, aunque me faltan ríos por transitar, como a todos, tu libro me dio la certeza de que no voy tan mal. Y que, como también lo siento, aún en la dimensión de la muerte,  seguiremos existiendo.   Sólo hay que vivir, vivir con los cinco sentidos, y con el corazón.  Y, que efectivamente, un estropeado puede acompañar mejor a otros estropeados, por eso soy Psicóloga. Y el clown, (representado en la humilde, amorosa y poderosa nariz de payaso),  está presente en mi vida personal y profesional. 

Gracias, una vez más. 

Irma Aguilar Luna. Psicóloga, México.  


Alain nos lleva a cruzar el rio turbulento o las mareas de olas gigantescas que te hunden en el mismísimo abismo; da la mano para ayudarte a cruzar al otro lado donde tu alma encuentra un lago en calma, aguas apacibles donde tocas pie. Te invita a ir hacia un lugar de paz que conservamos milagrosamente intacto, un lugar sagrado como un regalo guardado a pesar de los pesares, como si el mismo cielo se encargase de protegerlo para siempre: un lugar donde el amor no murió, aun con los golpes.

Este libro como los anteriores me hizo revivir mi propio camino y recordar el de muchos compañeros, talleres donde, cuando uno cae, caemos todos; donde el grupo te sostiene y te levanta a flote del tsunami emocional.

Alain induce, sin apenas nosotros saber cómo, a que todo simplemente se dé, sosteniéndote desde lejos o desde cerca, sin agobiarte, con todo el tiempo necesario, como si ese momento fuera solo para ti, y no hubiera nadie más esperando.

Y los hay…

Definitivamente este libro refleja claramente sus talleres con mucha nitidez y el claro resultado final de los mismos; cada uno podríamos contar nuestra historia de ese antes y después, pero lo que está asegurado, es que la travesía siempre acaba bien para todos los valientes buscadores que se confían en ser ayudados en el camino del clown.

Recomiendo este libro por su fácil comprensión directa, sin perder detalles, con las palabras poéticas, reflejos directos del amor que Alain pone en todo lo que hace.

B.I.H Barcelona, Abril 2024